jueves, 15 de octubre de 2009

La Sinfonia

Lo primeró que sentí fue un remezón que recorrió todo mi cuerpo, sentí como si lo moviesen de su lugar, pero manteniendolo en la misma pocisión, me encontraba quieto, tan quieto como si jamás me hubiesen movido. Aquel movimiento trajo consigo una sensación de ligeresa a todo mi cuerpo que se sintió agradable hasta un punto casi peligroso.

Tal vez jamás me movieron, tal vez siempre estuve en el mismo lugar, no lo sé, sólo sabía que no podía recordar el último lugar en el que parecía haber estado, me reusaba a abrir los ojos debido a que la luz parecía ser muy fuerte así que los mantuve cerrados y me dediqué a tratar de recordar aquel lugar.

Humedad... era eso lo único que recordaba de aquel lugar que ahora me parecía más onírico que el sueño en el que me parecía estár. Realidad, tal vez aquella realidad, ese concepto vago que ahora no podía recordar totalmente bien era aquel sueño que me alejaba de la verdadera realidad que vivía en aquellos trances.

Aquella humedad eran ciertamente, tan solo un retazo de información... una pincelada fría de un pintor inexperto en mi memoria.

Mis intentos por recordar se vieron frustrados por la siguiente cosa que reparé de mi entorno, de a poco, con suavidad la música de un arpa glaciar penetró mis oidos. Era lenta... pausada y fue entonces cuando por primera vez me decidí a abrir mis ojos para observar con mayor claridad de a donde provenía, si es que provenía de algun lado.

Poco a poco me incorporé y empecé a abrir los ojos con lentitud. Al hacerlo... pude divisar en aquel fondo luminoso una fuente, aquella fuente era hermosa y estaba incrustada en piedras blancas, toda la fuente lucía inmaculada y de ella brotaba agua cristalina de color doraceo. Con asombro descubrí que el agua que caía era la música de aquel Arpa glaciar.

Parpardie otra vez y perplejo noté como el agua se tornaba plateada, con rápidez empezó a crecer al costado izquierdo de aquella fuente un gigantesco árbol de tronco y ramas plateadas... con hojas plateadas y un ave del mismo color y de inigualable belleza nació de una hoja. El ave empezó a cantar, pero en vez de trinos... la majestuosa ave cantaba como una dulce celesta, contrastando con la fría Arpa, mezclandose...

Fue entonces cuando traté de levantarme, deseaba alcanzar aquella ave, tocarla a pesar de que se viera tan lejos. Su hermosura me atraía de manera increible. Pero noté con asombro que parecía estar pegado al piso, y a pesar de mi ligereza no podía levantarme. Me empecé a arrastrar por el suelo, y no pude evitar volver a parpadear cuando mis ojos se vieron demasiado cegados por la luz.

Me costó abrir los ojos por segunda vez, pero mientras los mantenía cerrados por el dolor empecé a escuchar el sonido de un Cello, que cada vez sonaba más estridente hasta el punto de ir opacando cada vez más el canto del ave, hasta que fue cortado por un doloroso violín que penetró con fuerza mis canales auditivos. Al abrir los ojos miré con horror como del manantial brotaba agua tan cristalina como la anterior, pero teñida en rojo.

El violín seguía sonando, cada vez con más fuerza, cada vez de manera más dolorosa. Me arrastré con dificultad hacia la fuente hasta que finalmente llegué a ella sin siquiera haber vuelto a parpadear.

Al mirar al interior observé al ave, al avé muerta dentro de ella. Con un agujero en su pecha, como hecho por un arco.

Empecé a parpadear, ahora con desesperación. Como pensando en que finalmente aquella sinfonía daría final, pero sólo consegía que las tonalidades del agua variacen de carmesí a borgoña, cada vez más oscuro hasta llegar al negro.

Entonces lo vi todo negro, y sentí humedad... humedad de un recuerdo hecho realidad, sueño hecho realidad, o sueño hecho recuerdo. Observé con desesperación a todos lados, como creyendo que encontraría cerca al ave plateada muerta... la fuente de númerosas tonalidades... pero sólo encontré cientos de hojas esparcidas por escritorios.

Entonces lo comprendí, observé las partituras y sonreí.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Javier, compartimos más que uno gustillo por ahí, entre musica, peliculas y hobbies.


Me encantaría leer tus cuentos (cuando tenga tiempo).

Javiera.

Design by The Blogger Templates Gorgeous Beaches of Goa

Design by The Blogger Templates